-Después de tantos años de tripartidismo en el Ayuntamiento de A Coruña aparecen dos listas nuevas.
-Listas nuevas con caras nuevas aparece exclusivamente la mía. Mi candidatura está conformada por treinta personas que nunca antes habían ejercido cargo alguno, se dedicaban a sus profesiones. La verdad es que era una necesidad. La gente está absolutamente cansada de los grandes partidos políticos que se dedican más a tirarse piedras entre ellos que a pensar en los ciudadanos. Creo que vamos a contribuir a que no haya tanta abstención. La gente está cansada de este ambiente de crispación.
-Hay gente en A Coruña que no sabe quién es usted.
-Es posible. Tengo 45 años, soy licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación, soy empresario; hace veinte años que tengo una agencia de comunicación, pero hay gente que me recuerda porque ya hace 25 años Carlos Marcos estaba en el comité de defensa de la ampliación de Alvedro, Carlos Marcos formó el comité de apoyo para la creación de la Universidad de A Coruña, fui miembro del claustro universitario constituyente en la Universidad de Santiago, donde mantuve debates muy duros con Xosé Manuel Beiras siempre en defensa de la Universidad de A Coruña.
-¿Por qué quiere entrar ahora en el Ayuntamiento?
-El perfil plano de todas las ofertas políticas que hay ahora mismo. Lamentablemente, la mediocridad se ha instalado en los partidos políticos y ahora ya no son las bases las que tienen el protagonismo, sino los aparatos de los partidos ¿y quiénes están en los aparatos? Los amigos de los amigos. Yo, como un grupo de amigos, me encontraba un poco huérfano y no tenía ganas ni de ir a votar. Hace un año y medio empezamos a hablarlo y se fue sumando más y más gente hasta que decidimos pasar a la democracia activa.
-¿Ha tenido algo que ver la marcha de Francisco Vázquez?
-No se puede discutir el coruñesismo de Paco Vázquez. Fue un gran alcalde mientras se dedicó a la Alcaldía y dejó de serlo cuando abandonó sus responsabilidades en el Ayuntamiento. El PSOE se deshizo de él y lo envió a Roma para buscarle una salida en una especie de puente de plata. El aparato del partido quedó como dueño de la situación. La personalidad de Paco Vázquez ha marcado cerca de 24 años de la historia de esta ciudad, con aciertos y con errores. Si lo hubiera dejado seis años antes hubiera sido mejor.
-¿Ve en Javier Losada un digno sucesor de Vázquez?
-No es un sucesor, es un heredero. Para ser sucesor hay que pasar por las urnas. Javier Losada estaba ahí a la hora adecuada en el momento oportuno.
-¿Cuál diría que fue el acierto de Losada durante este año de mandato?
-Es que no ha tenido un año de mandato, sino un año de campaña electoral. No ha sabido consolidar proyectos y está haciendo una política de fotografía y grandes titulares pero sin contenido. Acaba de adjudicar un concurso -la reforma de La Marina- que en realidad es un premio a un plano porque no hay un presupuesto de la obra, no sabemos si el plan general lo permite ni soluciona los problemas de aparcamiento de la Ciudad Vieja. Es difícil interpretar algo de lo que dice Losada si no es en clave electoral. Al candidato socialista le falta consistencia.
-¿Qué le parece el ascensor de San Pedro?
-Me parece un poco absurdo un ascensor que te lleva a un lugar al que puedes ir andando. Yo hubiera sido más atrevido y lo hubiera sobrevolado 50 metros más. Pero lo que hay que estudiar en una obra de este tipo es su viabilidad económica y compararla con la rentabilidad social y también económica para el Ayuntamiento. Es un capricho; no creo que exista ningún estudio de atracción del turismo en función de esta actividad. Pero no me disgusta y creo que a los coruñeses les gusta ir allí.
-¿Le preocupa que no tenga licencia o que no sea seguro?
-Me preocupa la seguridad como a todo el mundo y si alguien se ha atrevido a ponerlo en marcha sin tener todos los permisos, estaría incurriendo en una irresponsabilidad gravísima.
-Hábleme de sus otros adversarios. ¿Qué le parece Henrique Tello?
-No lo conozco. Me dicen que es una buena persona, pero ahora es un prisionero de la UPG y el Bloque-UPG son enemigos naturales de A Coruña, lo han demostrado. Un Gobierno radicalizado por el entorno del Bloque-UPG en A Coruña sería lo peor que nos podría pasar.
-¿Por qué enemigos?
-Porque no nos entienden. Actúan con una especie de rencor antiguo contra no sé qué. Permanecen en la identificación de A Coruña con que el dictador veraneaba en Sada... Eso no es cosa nuestra. Les molesta la manera de ser -liberal y abierta- de los coruñeses, espero que reciban un severo castigo. La personalidad de
A Coruña correría serio peligro si en el próximo Gobierno local hubiese una coalición PSOE-BNG.
-¿Y Carlos Negreira?
-Lamentablemente, el Partido Popular, que es un gran partido con unas bases excepcionales donde tengo íntimos amigos, ha elegido mal una vez más. Ha elegido al candidato más desconocido e irrelevante que tenía para la ciudad más relevante y pujante de Galicia. Hay dirigentes del PP que jamás han querido a A Coruña, hay miles de ejemplos, como la Ciudad de la Cultura que inexplicablemente apoyan el Bloque y el PSOE.
-¿Y Corcoba? Es una persona que se salió de un aparato que pretendía dejarlo al margen.
- Yo jamás he opinado de personas que se mueven en el ámbito del transfuguismo. Respeto cualquier iniciativa pero me hubiera parecido más respetable que el señor Corcoba hubiera abandonado su escaño y luego propusiera su proyecto. Yo no apruebo la utilización del escaño para irte a otro lugar. Él me merece todo el respeto y ha tenido conmigo un trato agradable, pero las urnas no premian nunca el transfuguismo.
"Mi campaña no la financia ningún grupo económico"
-¿Qué le falta a la ciudad?
-Ilusión. En los últimos seis años del mandato de Vázquez se perdió ilusión. Estamos perdiendo tejido industrial y el Gobierno local tiene poca capacidad de influencia y de diálogo. Los políticos locales no han tenido la talla política para negociar un convenio justo para el puerto exterior, que vamos a pagarlo con la venta de suelo de nuestra ciudad. Hace falta suelo industrial y el polígono de Vío está ahí, sin tocar.
-¿Su candidatura ha invertido en una campaña muy costosa, quién la paga?
-Estamos haciendo una campaña de la talla y del nivel que se merece A Coruña. Otros partidos tratan a la ciudad como una aldea. Estoy dispuesto a mantener un debate público con todos los candidatos para que hablemos de esto. Ya me lo preguntó Carlos Negreira, que ya hay que ser muy atrevido para preguntar a una candidatura incipiente cómo se financia cuando los partidos políticos están hasta aquí de porquería. No tengo nada que ocultar; la gente que me apoya y yo mismo estamos haciendo un esfuerzo para hacer esta campaña.
-¿No hay ningún grupo económico detrás, un promotor... constructores?
-No es cierto. Han dicho de todo, hasta han dado nombres. No tengo que rendir pleitesía a nadie más que a los ciudadanos, si me dan su confianza el 27 de mayo.
-Pactaría tras las elecciones con cualquiera de las fuerzas que se presentan
-Yo, con el Bloque-UPG no pactaría en ningún caso. Fuera de eso, con la gente que se mueve en la moderación podría negociar para que la ciudad tenga un gobierno estable.
-¿Incluso con Corcoba, pese a ser un tránsfuga?
-Esa es una situación inverosímil, pero no lo descarto.