lunes, 16 de abril de 2007

San Pedro de Visma, en plena conversión

A primera vista San Pedro de Visma es, más que un barrio, un pequeño pueblo dentro de A Coruña. Por sus calles, estrechas, empinadas y sin aceras, apenas se escucha el ruido de un coche.

Una tranquilidad que, para sus vecinos, es la mayor ventaja de la zona. Pero que se paga con dinero, ya que San Pedro de Visma es una de las pocas zonas verdes que quedan libres en la ciudad y su suelo es de lo más apetecible para construir nuevos edificios. «Cuando yo compré mi piso aquí no había nada y ahora los precios se han duplicado», asegura Mari Carmen, vecina de la zona. Y esta situación la demuestran las cifras, ya que una vivienda nueva, pero pequeña, cuesta aquí casi 240.000 euros. Además, Visma espera la gran urbanización proyectada por el Ayuntamiento, que traerá más de 3.500 pisos, de los que 774 serán de protección.

Conectados a medias

A San Pedro de Visma no sólo le faltan aceras. Tampoco disponen de centro de salud y en todo el barrio sólo hay una tienda-bar (en la zona de Loureiro) y una pequeña panadería. «Hay que hacer compras grandes en el híper una vez a la semana, pero si te olvidas de algo sólo dispones de una tienda», explica una señora. Las quejas vecinales también señalan al bus, ya que los dos que hay (3 y 3A) hacen casi el mismo recorrido. «Sólo podemos ir al centro, porque para otras zonas de la ciudad no hay líneas», dice una usuaria.

Pero todos los residentes coinciden en algo: la tranquilidad y seguridad que reinan en el barrio. «Puedes dormir de día que no oyes nada y no te parece que estés en una ciudad», afirman. Una calma que desde hace unos meses se ha visto interrumpida por las máquinas y excavadoras que trabajan en la construcción del primer tramo de la Tercera Ronda, que financia la Xunta. Hace un mes nueve propietarios abandonaron sus viviendas, expropiadas para este gran vial de circunvalación. Otro vecino se ha negado a dejar su propiedad y ha puesto un recurso para que le den la indemnización antes de dejar atrás el barrio de sus abuelos.

Verde por dentro y por fuera

Árboles, leiras, campo. Ésa es la imagen del interior y los alrededores de San Pedro de Visma, de la que presumen sus vecinos. «Para pasear es lo mejor», añaden. Y es que a escasa distancia de sus casas tienen dos de los pesos pesados de los espacios verdes de la ciudad: el parque de Bens y el monte de San Pedro, que durante estas semanas acoge a miles de visitantes dispuestos a subir al ascensor panorámico.