lunes, 19 de marzo de 2007

La polémica de las terrazas de Maria Pita

La Asociación Provincial de Hostelería de A Coruña exige al Ayuntamiento que "apoye económicamente" a los propietarios de las terrazas de la plaza de María Pita para que mantengan las instalaciones en buenas condiciones. "Si por ellos fuese las tendrían fantásticas, pero algunos no pueden porque la hostelería está en un mal momento. Las terrazas no son rentables y no tienen dinero", explica Héctor Cañete, vicepresidente segundo y candidato a presidir la asociación de hosteleros de la ciudad. Algunos de los propietarios de los establecimientos de la plaza no comparten la opinión de Cañete, pues reconocen que la polémica instalación de las casetas, hace cinco años, benefició a sus negocios.

Así, los dueños que conservan adecuadamente las terrazas solicitan al Gobierno municipal una normativa que sancione a los que no lo hacen porque detectan "falta de preocupación" por el mantenimiento de cristales, tejados y toldos. "El Concello debería imponer una normativa más dura y hacerla cumplir porque si no hay sanciones cada uno hace lo que le da la gana", asegura la encargada de uno de los locales de la plaza de María Pita.

"Esa no es la solución, se trata de un problema económico. El Ayuntamiento tiene que intervenir apoyando a los hosteleros porque no puede recaer todo sobre ellos", asegura Cañete. No obstante, el vicepresidente segundo de la asociación, asegura que la mejor solución es "eliminarlas".

Desde la Asociación Provincial de Hosteleros de A Coruña siempre criticaron la instalación de las casetas en la emblemática plaza. De hecho, en 2003 el entonces presidente de la asociación, Eliseo Calviño, afirmó que el Ayuntamiento debería "llevárselas y reutilizarlas como invernadero o como jaulas para pájaros en algún jardín".

Al igual que los hosteleros, los vecinos siempre se mostraron reacios a la implantación de los locales. "Desde el primer momento nos parecieron unos mazacotes. El deterioro se produce porque no tienen un diseño nada funcional", subraya Juan Sáenz-Chas, presidente de la Asociación de Vecinos de La Marina, quien afirma que "lo mejor es que desaparezcan".

Los vecinos y los hosteleros reclaman al Ayuntamiento que "busque soluciones" ante el "fracaso" del proyecto, diseñado por Antonio Desmonts, autor del Millennium. "Nunca han gustado y siguen sin gustar. El Concello tiene que tomar la iniciativa y tratar de solucionar el problema", reclama Sáenz-Chas.

"Las terrazas no son nada bonitas y no son rentables. El Ayuntamiento tendría que llegar a un acuerdo económico con los hosteleros porque es un tema que hay que arreglar. La solución es eliminarlas", recalca Cañete.

Desde la oposición, el PP y COR.CO.BA. subrayan, una vez más, su desacuerdo con la instalación de las casetas en la plaza. "Son feas en sí, no sólo por el estado de abandono en el que se encuentran algunas", opina Corcoba. Aún así, el candidato a la Alcaldía de la ciudad exige que "se mantengan en condiciones".

El candidato del Partido Popular, Carlos Negreira, asegura que la implantación de los locales fue "un error importante", pero reconoce la necesidad de que "se conserven adecuadamente".

Los hosteleros de la plaza afirman que los destrozos y la suciedad de algunas casetas daña, además de la imagen pública de la ciudad, a los propios clientes.